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sábado, 31 de agosto de 2013

San Bartolo y San Bartolín



24 de agosto. Ayoó se engalana y perfuma sus calles con afinoyo para festejar a San Bartolomé Apóstol, comenzando este año al mediodía por la Santa Misa Sacramental concelebrada por D. Miguel y D. Felipe, y seguida de la tradicional procesión, amenizada musicalmente el grupo leonés Bañezaina.

 Una vez más, un pueblo que no olvida honra los favores del, dicen, improvisado bombero (espiritual), que con su sola presencia en las calles aplacó un pavoroso incendio, el que antaño arrasaba las humildes casas de madera de los ayoínos. Su nombre verdadero era Natanael, aunque era, y es, conocido por su patronímico arameo: “Bar Tálmai”, hijo de Tolomeo, que ha derivado en Bartolomé. De su Evangelio, declarado apócrifo por el Papa Gelasio, tenemos la explicación de la imagen que preside el retablo mayor de nuestra Iglesia Parroquial, incluso la descripción de la figura que parece retorcerse bajo su pié izquierdo: es el dragón satánico, y medía “de largo mil setecientos codos y de ancho cuarenta. Su rostro era como una centella, y sus ojos tenebrosos. De su nariz salía humo maloliente, y su boca era como la hendidura de un precipicio”. (Un codo equivale aproximadamente a medio metro). El mismo Jesús le mandó a San Bartolomé pisarle la cerviz (parte posterior del cuello), acción que inmortalizaron multitud de escultores para representar al santo. En algunos lugares se le canta una vieja coplilla:
No hay ningún santo en el cielo
que tenga la honra de Bartolomé,
porque tiene el cuchillo en la mano,
el pellejo al hombro y el diablo a los pies.
Y habéis de saber
que este Santo fue martirizado
porque predicaba nuestra santa fe.


En el paseo matutino por Ayoó encontré escenas que me han parecido eternas: gentes barriendo y deslavando las calles, un buen parroquiano (y amigo) picando el afinoyo, prisas de última hora, recados olvidados… y todos con la clásica expresión “… porque van a tocar a misa y…”. La Iglesia reúne al pueblo, creencias aparte; hay quien entra, quien queda fuera… y todos acompañan a la procesión que parece el pistoletazo de salida para el vermouth en los bares, esa otra reunión imprescindible, como lo son las actividades lúdicas para pequeños y mayores en las tardes, y las verbenas nocturnas hasta altas horas de la noche, o mejor, de la madrugada, donde a estas alturas del verano se comprueba la veracidad del viejo refrán: “En agosto refresca el rostro”. El rostro o el resto del cuerpo, porque raro es el autóctono o visitante que no cumple o ha cumplido la vieja tradición de acabar las fiestas chapuzado vestido en el pilo de la fuente de la Iglesia, precisamente al lado de donde comenzaron.

 Con San Bartolo y San Bartolín también toca otro ritual, uno de los tristes: el de las despedidas. Adiós queridos amigos, compañeros, familiares… agosto se va, y con el las vacaciones. Todo vuelve a la normalidad… ¿o es lo normal lo que se termina? Ya sabéis, el cuento del medio vaso y la autoestima. Adiós, y…
hasta el año que viene.













 





jueves, 22 de agosto de 2013

Saúl Cenador, presentación en Felechares


Si segundas partes nunca fueron buenas, (sobre tal afirmación discrepo), añado: segundas veces son mejores, porque se afrontan con experiencia para corregir o enfatizar, mejorando las posibles tensiones y miedos. Repetimos presentación del libro “El Secreto del Palacio” de Saúl, esta vez en Felechares, corazón de la Valdería, donde estos días celebran las originales fiestas “Porque Si”. Este año coinciden con el verdadero día de Santa Elena, que religiosamente celebran con romería en su ermita el primer domingo de mayo, día famoso también por las competiciones regionales de Moto-Cross.  El lugar elegido para el evento fue la nave de la Cámara Agraria, sita en el paraje de “los Pedragales”, al lado mismo de “las castañales” centenarias, y a orillas del inquieto, ahora menguado río Éria. Como el sábado, local lleno, lo que significa gratamente que el tema gusta, preocupa y satisface. Nuestras raigambres, a flor de piel; nuestra cultura, en la palestra. Dos maestros mano a mano, Saúl y Argimiro, Argimiro y Saúl… y como el sábado, el tiempo pasó volando. Magistral lección de historia, entretenida, documentada… una vez más recordar el gran trabajo recogido en este libro que no debería faltar en nuestras casas, y por supuesto, en nuestro saber, que los libros sólo sirven para leerlos, en contra de lo que mucha gente cree. Unos apuntes para finalizar: tras un brevísimo repaso de “El Secreto del Palacio”, la primera impresión, que suele ser la que prevalece, es muy satisfactoria; un libro que se presta a estudio e incluso a debate, y eso es bueno. Un libro que recoge descubrimientos muy valiosos, e hipótesis bastante aceptables, lo que suscitará, seguro, el interés por estos temas. Gracias a Saúl, eltijoaquín y yo aparecemos entre las numerosas páginas de la publicación, concretamente en las número 52, 53 y 238. Espero que el humilde aporte haya sido provechoso. Las fotos que acompañan el presente artículo son del brevísimo paseo por el pueblo de Felechares; la iglesia, los famosos mini-pajares, las “castañales”…, lástima de prisas, demasiados recuerdos por sus calles bien merecían algo más de detenimiento. Otro día será. Lo prometo.







P.D.- Para visualizar mejor las imágenes, hay que hacer "clik" encima. 

sábado, 17 de agosto de 2013

Saúl Cenador, El Secreto Del Palacio



Seguramente que todos nosotros, aunque solo haya sido por una vez, hemos sentido la necesidad o el deseo que alguien nos tendiera la mano y nos ayudara para solucionar un difícil, incierto, o aparente imposible tema, o simplemente nos desentrañara una duda, acertijo o misterio. Sinceramente, admiro a la gente como Saúl, una de esas personas de mano amable, implicada con la cultura, y siempre dispuesta a mostrarnos un camino maravilloso repleto de enigmas e incógnitas. Saúl Cenador García nació en Castrocalbón, hace 32 años, y es titulado en Ingeniería Industrial por la Universidad de León. En el Proyecto Fin de Carrera conoce el gusanillo de la arqueología, de la investigación, con nota sobresaliente: Matrícula de Honor. “De aquellos polvos vienen estos lodos”, por supuesto que bien entendido este refrán, si definimos lodos como tierra seca enriquecida con agua, para crear caldo de cultivo de nuevas iniciativas, nuevos trabajos, como el libro que nos presenta y regala: El Secreto del Palacio, aunque por el contenido tendríamos que decir “El Libro de los Secretos”, y tras su lectura comprenderéis el por qué. Digo bien “regala”, y se bien lo que digo, permitidme esta incorrección; porque este libro se encuadra perfectamente en el contexto de una de nuestras frases hechas más corrientes: “Esto no es pago en dinero”. Por experiencia propia, sé que una investigación para rellenar una simple página, puede llevar horas, días, sueño, dolores de cabeza, alguna mala contestación… qué sé yo. Para investigar y rellenar más de 400 páginas, hace falta algo especial que está al alcance de muy pocos; algo que funciona como el movimiento, que se demuestra andando. Saúl, por medio de este libro, nos ayuda a atravesar un lugar oscuro, extraño, misterioso; un lugar mal entendido llamado ignorancia, en el que nos acomodamos, cerramos la puerta, bajamos la persiana y esperamos a que se nos pase la vida. Este sábado, tan ilustres e ilustradas personas como Saúl; el profesor e historiador local Argimiro Turrado, autor de otro trabajo de lectura imprescindible: “La Valdería en la Historia”; Gaspar Fernández, profesor de Ingenierías Industrial, Informática y Aeronáutica en la Universidad de León; y Aurelio García, profesor jubilado de Turismo de la universidad de Tucumán, Argentina, llamaron a esa puerta, sacudieron nuestra silla y abrieron las persianas que son ojos y oídos para llenar ese espacio con la magia de la cultura, del saber. Nos estimularon con la historia de nuestros aparentemente humildes pueblos, cuna de diversos antepasados, que valoraron la riqueza del lugar y dejaron, delicadas, sus huellas; por ende nos corresponde, como actuales pobladores, conocerlas para valorar cada palo, piedra, agujero o sendero, y también sus gestos y costumbres que siguen presentes en nuestra forma de expresión, de comportamiento… en definitiva, de vivir. El acto se ha visto entristecido por la ausencia de Ernest Loewinsohn Robles, ingeniero de caminos e investigador de las vías históricas, colaborador y amigo personal de Saúl. Loewinsohn fallecía el 9 de marzo de este año y era enterrado en Astorga. El historiador, reconocido internacionalmente, conocía palmo a palmo nuestra calzada, la que unía Astorga y Braga cruzando la Valdería y Vidriales. En su nombre acudió su esposa, Elena Moreno, y un amigo, José Luís Estévez. La tarde de este sábado ha sido muy activa: pendones desde El Palacio, presentación del libro en el local anexo al Museo, inauguración de sus vitrinas, un vino para compartir, un poco de magia a cargo de “Fantasía y Comodín”, y una muestra de folklore castellano gracias al Grupo de Jotas de Castrocalbón. Tengo que confesar que todo muy bien, muy bonito; aunque solo tenía ganas de llegar a casa con el regalo de Saúl bajo el brazo, terminar y publicar el presente artículo, respirar hondo y hojear lo que, hasta finalizar, será mi libro de cabecera, y una razón más para presumir de amigos, de comarca y de historia. Porque con orgullo me siento vidrialés y valderiense, porque disfruto oyendo y contando historias, porque anhelo descubrir y conocer cosas nuevas… ¡gracias, Saúl!, porque me has hecho un poco más sabio y mucho, mucho más feliz.











lunes, 12 de agosto de 2013

Encuentros de gigantes y cabezudos en Camarzana



Si con una palabra tuviera que describir lo vivido en la tarde del sábado en Camarzana de Tera, no vacilaría en decir… alegría. Música tradicional, bailes, trajes…, folklore en estado puro; sentimientos espontáneos en torno a unas figuras sorprendentes, llamativas, sin duda delicia de los presentes: los gigantes y cabezudos en el V encuentro celebrado en esta localidad zamorana. Herminio Rodríguez, socio fundador y actual presidente de la asociación Amigos de los Gigantes y Cabezudos de Camarzana de Tera, me ha contado la pequeña historia de este altruista grupo. Todo comienza en la década de los sesenta, cuando para las fiestas patronales de 15 de agosto se crean 5 figuras, dos gigantes y tres cabezudos. Con el uso las figuras se estropean, y es para el II encuentro en Zamora cuando Andrés Rodríguez, mi compañero de fatigas y amigo, un artista en el bricolaje, y la Asociación de Mujeres “El Molino” en la costura, se ocupan de la restauración de las deterioradas piezas. A la vista del éxito popular conseguido, en 2005 Andrés crea dos nuevos personajes, un rey y una reina, presentados y bautizados en las fiestas patronales de agosto. Y un par de años más tarde otros dos nuevos gigantes, campesino y campesina, rinden homenaje a los antepasados labradores desfilando con elegancia por las calles del pueblo regado por el Tera. Este año han participado un total de 9 grupos: “Os trovadores Raia”, de Vila Real en Portugal, realmente impresionantes en la percusión; Alcañices; Corrales del Vino; Mombuey; “Ida e Volta”, de Braga, Portugal, alborotadores y divertidos; Otero de Bodas; Santa Cristina de la Polvorosa; Zamora capital, con “Tradimupo”; y los Amigos de los Gigantes y Cabezudos de Camarzana de Tera, en total más de 300 participantes, entre músicos, porteadores de banderas, estandartes, figuras y demás acompañantes. Al Finalizar el desfile, una bien merecida cena de hermandad y un concierto de “Los Calis” serán colofón para una tarde animada y colorista, mezcla de arte, tradiciones y esparcimiento, de las que dejan buen sabor de boca y en mejor lugar la Villa de Camarzana. Mi enhorabuena a la organización, a todos los que han colaborado y participado en este evento, a los patrocinadores, a los grupos Lusos por desplazarse de tan lejos para deleite nuestro, y especialmente para Andrés y Herminio, todos sois, como vuestros gigantes y cabezudos, unas personas grandes. Seguid así.