Con permiso de una pareja encantadora y orgulloso de contarme entre sus amistades, unas fotos de un lugar con verdadero calor humano, donde se respira alegría y me gusta aparecer de cuando en cuando para tomar un vino, charlar y probar alguna exquisitez de la cocinera. Itas, Aida … ¡Gracias!.
No hace falta lumbre en esa chimenea, para que llegue un poco de calor humano hasta esta Asturias que nos tiene
ResponderEliminarEstá precioso, pero en esa casa ya había calor humano antes de la obra. Desde Oviedo, un abrazo muy grande,
ResponderEliminarÁngel y Marina.