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martes, 31 de diciembre de 2013
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Desde Ayoó, feliz Navidad
Desde la Iglesia Parroquial de Ayoó de Vidriales, y con nuestro humilde Belén, os deseamos una Feliz Navidad.
sábado, 21 de diciembre de 2013
Otra vez es Navidad
Otra vez es Navidad.
Vuelve esa entrañable fiesta de la calle, de la familia y de la amistad. Luces,
guirnaldas, adornos, estrellas… en estas fechas la alegría se contagia y se comparte,
y nada nos agrada tanto como ver felices a los demás. Vuelve el anhelo por el
reencuentro, por vencer la distancia, para posponer la rutina y celebrar en
torno a una mesa y en buena compañía los lazos afectivos que nos unen y
dignifican. Recordamos también con nostalgia el vacío que han dejado en nuestras
vidas esas personas especiales e irreemplazables. Y abrimos el saco de los
deseos para esparcirlos sobre conocidos y desconocidos, porque la Navidad nos vuelve
generosos y amables. Muchos se vuelcan en lo material, otros tantos en lo
espiritual. Tan tradicional es la fiesta, y hacer o recibir regalos como
disfrutar con recogimiento ante un portal de Belén o en su conmemoración. Este
año, en Vidriales, qué mejor lugar para hacerlo que en su céntrico Santuario,
ante nuestra patrona la Virgen del Campo, pieza clave de la Navidad. En su
retablo mayor, dos pinturas recuerdan sendos acontecimientos, el nacimiento de
Jesús y su adoración por los Reyes Magos. Este año también, como hace
muchísimos años quizás, un sencillo Belén bajo el altar aporta el puntito de
ternura necesario en toda Navidad. Con las cepas de nuestras viñas, las que
procuran el noble vino vidrialés y con el trigo que ondea en el terruño y
garantiza nuestro pan de cada día, hemos acompañado las clásicas figuritas
porque es para nuestro campo el deseo de protección. También el largo dogal que
antaño amarrara los manojos al carro tiene un sitio en el remate, simboliza la
unión, la fuerza, la seguridad. Sé que peco de sensiblero, otros lo harán de
necios, porque no se puede apartar a Jesús de la Navidad como tampoco sustituir
el blanco a la leche. El Santuario abrirá sus puertas los festivos a las 5 de la
tarde. Se está haciendo un esfuerzo en acomodarlo a la importancia del
acontecimiento y a los rigores del invierno; unas estufas añadirán el calor
físico, los vidrialeses, seguro, el emocional. Solo resta, desde este humilde
blog y para quienes en la lejanía lo siguen, desearos una feliz, muy feliz
Navidad.
domingo, 15 de diciembre de 2013
Solidaridad vidrialesa
No quiero dejar en el
tintero dos acontecimientos recientes en los que han colaborado buena parte de
vidrialeses. El primero el del pasado sábado 23 de noviembre en Astorga, con
motivo de la clausura del año de la fe. Un estupendo motivo para visitar la cercana
ciudad monumental, realizar las clásicas compras astorganas, mantecadas,
chocolates, etc. o degustar las exquisiteces de su gastronomía. Pudimos asistir
a múltiples actos, conferencias, aulas interactivas, exposiciones, ceremonias
religiosas…, y por supuesto, a la obligada cita en la Plaza Mayor para ver a
“los maragatos” tañer la campana del reloj del Ayuntamiento, todo en singular
proximidad, en un agradable paseo por las callejuelas de la histórica ciudad.
Vidriales acudió a la cita con dos autocares y varios coches particulares de
participantes, y en la exposición “los santos y beatos de la diócesis” de la
jornada de puertas abiertas del Palacio de Gaudí, aportó imágenes de 3 beatos, a
San Lucas de Carracedo, y al San Fructuoso de Ayoó. (Aunque el mejor vestigio
de fe que se podía exponer es seguramente el banco de piedra que tenemos al
lado de la Iglesia, el umbral gastado de las puertas principales; son casi 8
centímetros desaparecidos de dura piedra con el solo roce de las suelas de los
zapatos. Admirable. Las dos últimas fotos de arriba)
En la Catedral de
Astorga, a las 4 y media, solemne misa presidida por el obispo Don Camilo, en
la que se tenía un especial recuerdo y una generosa colecta para los afectados
de Filipinas. Y así se dieron por clausurados los actos de un día agradable, espiritual,
social y festivo.
Aprovecho también
para agradecer públicamente a Don Carlos, Vicario de Pastoral, por dedicar algo
de su valioso tiempo a ayudarme en la investigación que llevo a cabo sobre el
Monasterio de Ageo. Buscaba en una colección de óleos de gran tamaño a los
protagonistas de nuestra historia; en el Archivo Histórico Diocesano
encontramos a San Valerio, en el Obispado al Obispo Salomón y en una segunda
vuelta, en una sala de reuniones y para sorpresa mía porque estaban solamente
los tres, a San Fructuoso, a San Genadio y a San Fortis. Seguimos en ello.
El segundo acto, el
del domingo 15 de diciembre, con la comida solidaria organizada por Cáritas
Vidriales en el Albergue Municipal de Santibáñez de Vidriales. Por el simbólico
donativo, que no precio, de 8 euros, cerca de 250 comensales disfrutaron de un
menú completo, y un divertido bingo en el ambiente cálido, en todas sus
acepciones, del repleto comedor. Otros muchos, que por distintos motivos no
pudieron estar en la comida, también colaboraron con el donativo, dejando claro
el compromiso y la solidaridad vidrialesa con los más necesitados. Bien por los
organizadores de ambos eventos, bien por nuestro párroco Don Miguel, y bien por
los participantes, a todos les deseo paz y bien en el nuevo año, y dicha plena
en esta Navidad. Bien merecido.
martes, 10 de diciembre de 2013
Domingo Alvarez, un as de la fotografía
Quien no conoce el
viejo tango que canta y cuenta “tres cosas hay en la vida”… Creo que su
compositor, Rodolfo Sciammarella, se quedó corto, porque no son tres, si no
cuatro los pilares básicos y elementales en la vida: Salud, imprescindible y
primordial; en segundo lugar pondría el amor, la sazón de la existencia; tercer
puesto para el dinero, combustible del motor mundo, y el olvidado cuarto lugar
para el tiempo, insustituible en el disfrute de las tres cosas del tango.
Terminaba el otoño y
me crucé por grata casualidad con quien, cámara en mano y ojo avizor,
inmortalizaba rincones y escenas desde ángulos que solo la práctica y el gusto
aconsejan, para lograr ese resultado especial que llamamos arte.
-¡Quien tuviera
tiempo!- le dije a modo de saludo, disimulando sana envidia.
-¡Quien no tuviera años!-
me contestó sabiamente.
Moraleja: quien
tuviera tiempo libre, y pocos años para disfrutarlo, y no estar a expensas en la
juventud de obligaciones cotidianas que absorben el tiempo y en la madurez de
privaciones naturales que no permiten disponer de él como se quisiera.
Corta conversación
para cada uno seguir a lo suyo; yo con mi trabajo de albañil y él con su paseo
fotográfico. Mi interlocutor era Domingo Álvarez, natural de Santibáñez de
Vidriales, hoy jubilado y eternamente apasionado por la fotografía. Cuando
terminé la jornada, me apetecía charlar con “Mingo”, como gusta que le
llamemos, así que llamé a su puerta que me abrió como sus vivencias y
sensaciones de toda una vida observando el mundo a través del visor de una
cámara fotográfica. Las encontró en pañales, rudimentarias, privadas del color,
pesadas… muy lejos de las actuales, tecnológicamente perfectas, y sin embargo
añora aquella simpleza en el manejo, y la brillantez y la vida que transmitían
sus fotos. Me resumió su historia laboral en pocas palabras: un trabajo en
Correos por las mañanas con el que vivir dignamente; pero no pudo abreviar las
tardes de afición remunerada, de cubrir el acontecimiento importante, de
ilusión por captar el momento justo y después ver satisfecho sus fotos en
prestigiosos medios de comunicación. Largo rato me detalló situaciones vividas
del mundo del periodismo, de la información, entre grandes profesionales. Y
también personas célebres a las que tuvo el gusto de plasmar, con las que pudo
dialogar, y sus movimientos en ambientes privados al público general. Es un
privilegio conjugar trabajo y afición como lo ha hecho Mingo, y en Santibáñez
los meses de agradable tiempo disfruta de su merecida jubilación. En las
primeras palabras de mi entrevista, le comentaba que yo no soy periodista, eso
lo dejo para los cualificados, que solo quería no dejar mi blog sin su
presencia. El periodista local, Miguel Ángel, para el diario provincial, tiene
varias entrevistas por lo que no me ha parecido necesario repetir datos. Abajo
os dejo los enlaces, junto al recorte de La Opinión de Zamora con la quizá más
famosa de las fotografías de Domingo, realizada en puertas de la jubilación y
como pago extra a su afición taurina y por supuesto fotográfica, la instantánea
de la cogida de Julio Aparicio. Extraordinaria foto, espeluznante momento.
Disfrutaremos largo
tiempo con las fotos de Domingo; muchas las conocemos, otras vendrán a
agradarnos. Su dedo sobre el disparador tiene la facultad de congelar el
tiempo, de convertir una circunstancia efímera en un artístico recuerdo
duradero. Y decía Marco Valerio en el siglo primero que “poder disfrutar de los
recuerdos de la vida es vivir dos veces”. Otros, más poéticos, disentían de los
captadores de remembranzas: “conservar algo que me ayude a recordarte, sería
admitir que te puedo olvidar”, (William Shakespeare). Pero la inmensa mayoría
de la gente, entre los que me cuento, seríamos incapaces de imaginarnos un
mundo sin fotografías, porque, y termino con otra frase, “Una imagen vale más que
mil palabras”.
Gracias, entre otros, a Domingo.
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