eltijoaquin@hotmail.com - facebook.com/El Ti Joaquin

domingo, 26 de septiembre de 2010

La fuente



Apartada y olvidada. Abandonada y recluida en un entorno anacrónico y vulgar. Sencilla y digna, valiosa y apreciada colaboradora desinteresada del mayor recurso para la subsistencia humana y su asentamiento en poblados: el agua. Por otra parte, lugar de reunión, de encuentros, de secretos, de inevitable cotilleo, rompedora de cántaros, botijos, barriles y barrilas por el diario tránsito hasta que la modernidad aconsejó enterrar tuberías para traer el agua de más lejos, y desterrar nuestra querida fuente que tantos años nos apagó la sed. Tampoco los dichos recipientes de barro para su transporte tuvieron mejor suerte, porque después, con un pequeño giro de muñeca, nuestro vaso rebosa agua al lado mismo de nuestra mesa, sin salir de casa. Y la fuente cada día más sola, ya nadie se ha preocupado de limpiarla, ni siquiera en las últimas facenderas del día del entruejo se tuvo en cuenta. Y ahí se queda triste, sucia y… rota. Aunque cada día siga esmerándose en llenar su panza para ofrecernos un regalo, pasaremos de largo porque ya no nos es útil, ya no queremos su amistad, aunque nos haya dado la vida. Fuente mala la llaman, fuente si, pero mala… ¡lástima!, porque en algún lugar, seguramente, la coronarían reina de la tierra.


1 comentario:

  1. Ole por Fuente Mala. ¡La coronamos como reina! Distes en el clavo.

    ResponderEliminar