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domingo, 13 de noviembre de 2011

Fértil Prepalacio




Supongo que al visitante de Ayoó le resulte extraño Prepalacio. A mi así me lo pareció cuando vine a este pueblo y encontré ese montón de parcelitas por entonces regadas con el agua de la fuente de la Iglesia, a fuerza de “abrir y tapar” el pilo. Parece que el nombre se remonta a los tiempos del monasterio de Ageo, de una construcción aneja a la Iglesia con las funciones de residencia y nombre de Palacio, y los quiñones se dividieron y repartieron del huerto que rodeaba el edificio, pudiendo tener nombre de Prado, que también tiene como acepción “lugar llano, verde y agradable que sirve de paseo”. Al unir ambas palabras (prado-de-palacio, pra-palacio, prepalacio) dio origen a éste topónimo. En verano es un hermoso jardín, en los diminutos quiñones se pueden recolectar excelentes lechugas, escarolas, cebollas, patatas, tomates… y además, por la cercanía al pueblo y entre sí, lugar de encuentro, comentario y regalo o intercambio de las distintas semillas y plantas de semillero que allí se cultivan. Con tanta armonía, no es extraño que la naturaleza se entretenga en crear extraordinarias hortalizas que parecen más bien obra de artista que de la inocente tierra vivificadora. Gracias a ésta abundancia, hace unos años, cuando en casa no se consumía toda la producción del huerto, lo mejor se solía llevar a vender a los pueblos cercanos, o a los mercados, para compartir, algunas veces presumir, y de paso traer a casa unas pesetas. En una caballería, con un par de talegas atadas con una soga a modo de improvisadas alforjas, cierto agricultor de Ayoó se acercó al vecino pueblo de Uña de Quintana a ofrecer sus pimientos, tomates, fréjoles… y se encontró con más clientes de los que esperaba, pues allí también tenían sus huertos. Sorprendido, preguntó si había sucedido algo, y una señora le contestó más o menos así, lamentándose del resultado de su cosecha.
-¡Claro, vosotros tenéis a San “Mamedico”, que es muy “buenín”!, nosotros tenemos al “cundenao” San “Caetanote”, labios de burro, morros de avispa, que anduvimos nueve días y nueve noches alumbrándolo con cera blanca y cera “mariella”, y nos mandó un pedrisco que nos amoló la “faceira”.

Cundenao- Condenado, que provoca enfado.
Caetanote- Cayetano, Santo venerado en Uña de Quintana el 7 de agosto, al que se le ha añadido el sufijo –ote, aumentativo y despectivo a la vez.
Nueve días y nueve noches- Novena, rezo popular, rogativa.
Mariella (o marilla)- Amarilla.
Faceira- Extensión de terreno inmediata a la aldea, donde están las labrantías de los vecinos.









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