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sábado, 14 de enero de 2012

El cambio de milenio




Repasando viejos apuntes de astronomía, me ha vuelto a la memoria un tema harto discutido hace ya una docena de años: Cuando fue el cambio de milenio. Quizás ya no venga a cuento escribir sobre algo anticuado y además por aquellas fechas tan empapado en tinta, y demasiado, diría yo, porque dejó de ser un bonito tema de discusión para convertirse en un agobio. Pero ya que recientemente he nombrado a Dionisio el Exiguo, monje encargado de buscar la fecha del nacimiento de Jesús, no puedo menos que echarle un cable, porque a la hora de realizar aquella tarea, seguro que no tuvo mucha más información que la que disponemos en la actualidad: tablillas, papiros, cerámicas…, el despilfarro de papel es una enfermedad humana demasiado reciente. En aquella época las comunicaciones eran escasas y complicadas, la primera reacción de los poderosos ante una noticia poco adecuada era rebanarle el cuello al mensajero,  la superstición y la astrología tenían demasiada influencia en el correcto razonamiento y los escritos no se leen, se interpretan, así que creo que Dionisio no lo hizo tan mal, que la fecha del comienzo es intrascendente. Pero de lo que no lo podemos culpar, por lo que parece la causa de los males, es de no haber comenzado a contar por el año cero. Y por otra parte se suele justificar argumentando que lo desconocía, que fue un invento posterior. Y yo pregunto, porque nunca he comprendido… ¿Qué demonios es eso del año cero? Yo mismo, y perdón por ponerme de ejemplo, jamás he contado mi año cero. ¿Se supone que llevo mal las cuentas y tengo un año más? El cero es un número que expresa una cantidad nula, año cero no es año, no es tiempo, como cero euros no es dinero, es cero patatero. Yo pienso que el primer minuto de vida, al nacer, ya forma parte del año uno, que se cumple o completa el día del cumpleaños, a los aproximadamente 365 días. A partir de ahí decimos año uno, erróneamente, cuando el primer segundo tras el cumpleaños ya consumimos tiempo del año dos. Con otra medida del tiempo, las horas del reloj, ocurre tres cuartos de lo mismo, y nunca mejor dicho, porque a partir de tres cuartos de hora, ya lo decimos bien. Y sigo queriendo pensar que a la una no comienza la una, a la una termina la hora una, a partir de ahí diremos la una y cinco (minutos de las dos), la una y diez… aunque lo correcto sería decir las dos menos cincuenta, las dos menos cuarenta, etc, como muy bien decimos las dos menos cuarto, las dos menos diez… y las dos se cumplen a las dos, es obvio. Esto ocurre porque el tiempo se ordena con números ordinales, como los que diariamente usamos para contar cosas sin mencionar el cero, y por eso no hay año cero, siglo cero, milenio cero, ni día del mes cero. Fue en la segunda mitad del siglo XX cuando por el vocabulario militar estadounidense, la numeración de los relojes digitales y la práctica de cronometrar tiempos, se comenzó a usar el concepto de tiempo cero. El problema del calendario está en los años antes de cristo, cuando el 1 de enero del 753 se contabilizó como el año 1 antes de Cristo, de tal forma que del año 2 a. C. al año 2 d. C. no hay 4 años, si no 3. Y del 1 de enero del año 1 d. C. al 31 de diciembre del año 100 no hay un siglo, sólo 99 años, y del 1 de enero del 1 d. C. al 31 de diciembre del año 1000, por el mismo problema, 999 años, por eso hay quien propone los cambios de siglo o de milenio el 31 de diciembre del año siguiente. Pero también podríamos pensar que si Jesús nació en el 753 del calendario romano, o de cuatro a siete años antes, importa poco, lo que nunca sabremos es el día de su nacimiento, la gran incógnita. No nació el 25 de diciembre, esa fecha se utilizó porque era un importante acontecimiento heredado de antiguas culturas, el "Dies Natalis Invicti Solis" (día del nacimiento del Sol invicto), fecha establecida por el emperador Aureliano hacia el año 274, y Jesús representaba el nuevo sol que vencería las tinieblas. Tampoco nació el 1 de enero, lo hizo a lo largo de un año. Dionisio, creyendo que fue en el 753 del calendario romano, propuso la nueva era desde el uno de enero del año que comenzaba. El que quiera año cero que divida en dos el 753 y problema resuelto. ¿Que a causa de la división, por ejemplo, un año puede tener 100 días y otro 265?, bueno, no serian los primeros años raros: el año 45 antes de C. tuvo 445 días (César lo llamó “Últimus annus confusionis”, el último año de la confusión, y su pueblo por burla suprimió lo de “Últimus”), y en Europa el 1582 después de C. se quedó con diez días menos, suprimidos del mes de octubre por bula del entonces Papa Gregorio XIII, reforma que fue seguida por el resto del mundo en distintas fechas, la  última fue China en 1949. Y si no se soluciona antes, en 4909 habrá que corregir otra vez el calendario suprimiéndole un día a un año. La verdad es que hay otra solución mejor, sugerida en 1740 por el astrónomo Cassini (hijo del más famoso Giovanni Doménico Cassini), y se llama calendario juliano proléptico. Simplemente se corrigen los años negativos, porque nunca 365 días antes del año 1 d. C. tendría que contarse el 1 a. C., si no el punto de partida, el día del nacimiento, el día que comienza la cuenta y que se completa el día 1 d. C., aunque luego a los siguientes 365 días le siguiéramos llamando año 1, y así el siglo tendría sus 100 años, el milenio sus 1000… y la humanidad un tema menos de debate.
P.D.- La foto del encabezamiento es del amanecer del "Invicti Solis", del 25 de diciembre, la de abajo su ocaso.



1 comentario:

  1. hola hermano. aqui los catalanes cuentan el tiempo de otra manera.por ejemplo , a las dos y cuarto , ellos dicen " un cuart de tres " ( un cuarto de hora de las tres ). si son la una menos veinte , dicen "dos cuarts y deu de duges" ( dos cuartos y diez minutos de dos ) resumiendo , que cuentan el tiempo por lo que falta de la proxima hora. un abrazo.

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