Por los comentarios
creo que quedó clara la solución. Es un acertijo pícaro, divertido, con un
doble sentido que nos lleva al famoso refrán: “No hay palabra mal dicha, si no
mal interpretada”. La escena es de un pasado cercano, en el que una moza
recolectaba el fruto del campo, que bien pudiera ser verdura, almacenada y
atada en “feijes”, o durante la siega, que con gavillas se hacen manojos y con éstos
las moreras. El mozo podría ser un pastor con cabras, o un hombre con el burro
“de ramal”, que necesita cruzar la parcela y pide permiso a la dama. Ella le
advierte que los animales podrían destrozar su trabajo, así que esté atento,
que pase con cuidado. Las máquinas han hecho olvidar estas bellas escenas de
trato campesino, ayuda comunitaria, relaciones sinceras de gentes humildes sin
mayor pretensión que la autosuficiencia. El lector de más de 50 años sabe a que
me refiero. Para ellos dedico este par de artículos, por haber hecho lo
correcto.
Para las fotos el
burro rural “Bustamante” y unas hermosas espigas de trigo del campo vidrialés: el “peludo”, y lo
“pelado”. ¡Cuanta añoranza!
Yo lo acerté !!! Y mi premio?
ResponderEliminarYo también acerté, y ni una palabra para mi. ¡¡¡Que morro!!!. Paulina
ResponderEliminar"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa". (Mahatma Gandhi)
ResponderEliminarPara que meditéis.
Demasiado profundo para mi humilde cabecita. Paulina
EliminarMenos mal que soy un poco "urbanita" y no acerté, porque esas frases bonitas que lo dicen todo y no sirven para nada no me consolarían...
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