De lo poco que veo la
tele, hay un anuncio que me ha llamado la atención últimamente, el de Bankia.
Dicen en su spot que “los autónomos no parecen humanos”, como si tuviera gracia,
viniendo de un banco investigado por estafa en su salida a bolsa, tarjetas Black,
apropiación indebida, administración fraudulenta, delito fiscal… Un banco que para
evitar la quiebra papá Estado inyectó… ¿Cuánto era?¿Veintidós mil millones de
Euros? MÁS DE 3 BILLONES Y MEDIO DE PESETAS… Pues no, señores, ni tiene gracia
ni los autónomos somos humanos, a una legua se nos nota la aureola de la
santidad.
Quizás antes de
nombrar a los autónomos los debieran conocer. Si, y no por sus cuentas
corrientes. A esa conclusión solo llegan como parásitos sociales que son:
“¡vengan, vengan, traigan sus ahorrillos, pídanos dinerito y nosotros
engordaremos a vuestras expensas!”. Patético.
Papeleo, impuestos,
normativas,… y la frasecita final: domiciliación bancaria, como que no hay
escapatoria. Si o si hay que ir al banco, esperar el turno, saludarlos con
educación (por si acaso), y hacer los trámites sin rechistar, que para eso nos
tratan de sobrehumanos… Creo que al menos no es mucho pedir evitar la burla,
¿no?.
Si Bankia se hunde
aparecen millones de euros como por encanto… ¿Saben ustedes lo que pasa cuando
un autónomo se hunde? Pues, por ejemplo, pregunten a los afectados por el
incendio en la fábrica Embutidos Rodriguez, de Soto de la Vega. Fracasa su
medio de vida y ahí están, con una mano delante y otra detrás… ¿Dónde estás
ahora, papá Estado?
Recogidas de firmas,
búsqueda de apoyos, todo es poco para concienciar del mal trago de la casi
totalidad de la plantilla de la fábrica, que a la vez alzan la voz en nombre de
otros compañeros autónomos en su misma situación. La última idea es ir a León a
manifestarse, y pienso que allí deberíamos estar todos… solo que como humanos
que somos, mal que le pese a los de Bankia, tenemos que apechugar con nuestros
respectivos trabajos, que día a día reinventamos y mantenemos con esfuerzo,
sudor y lágrimas.
Acabamos de sufrir
unas segundas elecciones, y seguimos siendo los grandes olvidados. Claro, que
apenas somos 1.961.282, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, a 31
de marzo de 2016. Solo les preocupa jubilarnos a los 67, o 70 años, porque juegan
a no saber de economía. Me veo con la cachica subido en el andamio… mientras
quienes me obligan gozan de pagas vitalicias y otras prebendas. Si acaso nos
mirarán con lupa, como posibles defraudadores de Hacienda, no siendo que
hagamos algún movimiento de unos miles de euros en “negro”. En su estudiada
miopía nunca ven los grandes movimientos de capital, no hay más que ver las
noticias, ¿verdad? Hipócritas.
A veces me imagino un
rincón campestre en el que el autónomo es como un caracolillo, constante,
paciente, siempre tanteando el terreno que pisa. Claro que por eso lleva su
casa encima, y si algo le ocurriera a la dirección todo su ajuar caerá con él a
cualquier hoyito. Bien delante, lleva sus cuernecitos sociales, para que vaya
por donde vaya se sepa qué es y a qué se dedica. Compite como puede con las
hormiguitas, muchas más y mejor entrenadas; pero quizás él se siente especial y
le gusta dejar su toque personal. Se esmera en un trato amigable con el
cliente, porque sabe que contento es su mejor publicidad. Sueña con tiempos
mejores y su único anhelo es disfrutar de los placeres de una vida digna, fruto
de su esfuerzo diario. Si algo se rompe intentará arreglarlo, y si la tarea
sale bien será menester guardar para la que sale mal. En los malos tiempos se
recogerá en casa, minimizando energías; serán vitales a la hora de volver a
caminar. Su gran problema es el rastro que lo persigue vaya donde vaya. Por él
se guiarán los depredadores, los oportunistas que tratarán de medrar a su
sombra, conocedores de esa debilidad de no saber caminar hacia atrás, ni de
tener unos afilados dientes para defender su hogar.
Ánimo, compañeros
autónomos. Sabed que estamos con vosotros aunque el cuerpo siga donde lo
dejamos ayer. Algo tiene que cambiar, y quizás sea el momento. A por ellos!!!
Spot de Bankia:
De lectura obligada:
En Facebook:
AMEN , HERMANO AMEN.
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