Atención pregunta:
¿En qué se parece el atentado de Barcelona al incendio de La Cabrera? Pues en
que no perdemos el partido por los dos goles que ya nos metieron los
contrarios, lo estamos perdiendo por nuestra goleada en propia puerta.
A ver, la principal
táctica del equipo “Engendro”, los del campo contrario, es hacer daño y crear
polémica; y ahí tenemos dos goles limpios, de manual. No hace más que comenzar
el partido y ya desde las gradas urge una reflexión, y es que no nos
ponemos de acuerdo ni en estar de acuerdo y jugar en contra de los engendros.
No arde el monte, arden las noticias, arden las redes sociales con vídeos y
fotografías espantosas; y mientras comienzan a aparecer las primeras babas, los
primeros autogoles. Babosas babas que ni siquiera sirven para apagar una sola
cerilla, al contrario, arden como la gasolina alimentando la increíble hoguera
en la que el mismo Vulcano, experto en llamas, no pasa de mero aprendiz. Y entre tanto no es difícil imaginar la cara de satisfacción de los engendros con
cada nueva patada al balón en propia red, nuevo vídeo, nueva foto, más humo, más
caritas tristes…. Lo penoso es que solo vamos por el minuto uno, y queda mucho
campo por recorrer, aunque cada vez menos.
Por la otra banda
corren otros engendros, subidos en furgoneta a toda leche. Y vemos a los de
aquí en bici y con palos en las ruedas. Risitas en homenajes de las
instituciones, los otros chantajeando con ir o no ir a la foto, los delanteros
quieren hacer otro equipo aparte, los defensas mirando “pa las apabardas”… El
portero no sabe para donde atender, no hace más que levantar la mano pidiendo
cambio por bullying. Y sí, también hemos podido ver la cara de absoluta calma de
los engendros en no se cual gasolinera, con bromas y todo. Total, con el primer
gol ya aseguraron el partido.
Lo de partido nunca
mejor dicho, con un árbitro llamado Tiempo, que para eso lleva el reloj en la
muñeca. Como nos siga sacando tarjetas rojas al final no jugarán más que los
engendros. Más agua, que los nuestros se asfixian, coño. A ver, controlad el
fuera de juego…!!! Entrenadooooorrr!!!
En fin, está claro
que ni me gusta, ni entiendo de fútbol. Yo soy más de compartir gatitos. ¿A que
son monos?
Miaoooo…
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