EL BELÉN DEL CARPINTERO
En el corazón de un
palo,
apartado para el
fuego,
encontró un padre
mañoso
material para dos
sueños:
el suyo, hacer una
cuna,
y acostar su
primogénito.
Sierra las piezas
mayores,
las tornea con esmero,
cepilla, barrena y
lija,
sin descanso, que no
hay tiempo;
pues un pesebre no es
lugar
para un niño tan
pequeño.
Muchas y tiernas
virutas
recoge después del
suelo,
y las mete en un
jergón,
para acolchar todo es
bueno;
pinta cuidadoso su
obra,
y sonríe, satisfecho.
Ya está acabada la
cuna,
el niño duerme en el
lecho,
ángeles, reyes,
pastores…
han venido para
verlo;
alaban al trabajador
y adoran al Dios del
cielo.
Con la sencilla madera
fabricó un trono el
obrero;
nunca quiso, por su labor,
ningún
reconocimiento.
En homenaje al honrado
José: nuestro
nacimiento.
Moraleja: en éste
mundo,
todos dos manos
tenemos
para crear o
destruir;
al hijo del
carpintero
le arrebataron la
vida
colgándolo de un
madero.
---ETJ---
Precioso Belén, preciosa poesía y no menos preciosa moraleja.
ResponderEliminarTí Joaquín eres único
Un abrazo como tú te mereces lleno de lo mejor de lo mejor.