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domingo, 15 de abril de 2012

Entre el sol y la luna


En medio del retablo mayor de nuestra iglesia, y encima del sagrario, llama la atención un círculo celeste que recoge en su interior un triángulo equilátero amarillo, rodeado de rayos blancos y con un ojo pintado en su centro. Es la representación cristiana de Dios, en un icono usado ya en la antiguedad como el ojo que todo lo ve, como Horus, dios egipcio. La mitología griega lo asoció entre otros con la diosa Minerva, y en el reverso del billete de dólar, en su parte central coronando la cima de una pirámide, aparece por orden del presidente Franklin. Estas son, creo, sus más importantes muestras, solo queda una: con el vértice invertido, flanqueado por un sol y una luna, exactamente como lo vemos en nuestro retablo, y entonces es un símbolo de una agrupación a día de hoy polémica, la masonería, entre otras razones por su declarado anticlericalismo. Pero no siempre fue así. Los masones eran gremios de constructores, (albañiles, carpinteros, canteros…), que ya en la edad media levantaron catedrales u otros importantes edificios, y celosos de su trabajo idearon una serie de ritos, símbolos y palabras, para llevar con orden y disciplina tan insignes obras. Los masones se clasificaban en tres grados: aprendiz, compañero y maestro, todos creyentes en un ser superior, Dios como el creador y por lo tanto el primer y gran arquitecto del universo. Esta era la masonería operativa, la que poseía la teoría y la práctica, y su designación tenía como objetivo la construcción según las reglas tradicionales. Posteriormente comenzaron a admitir políticos, nobles y personas de otros gremios que pasaron a formar parte de la masonería especulativa y los tres grados se convirtieron en multitud, desvirtuando el noble trabajo de aquellas hermandades en las que se enseñaba y practicaba los secretos de la construcción. Existe debate sobre los orígenes de la masonería. Hay quienes defienden que descienden de los “collegia fabrorum”, corporaciones de artesanos romanos, y hay quienes van más allá, remontando a los egipcios, entre los que se consideraban privilegiados por poder ver a su faraón, que a su vez era el primer arquitecto. En realidad, no existen símbolos exclusivamente masónicos, si no que han sido comunes y trasmitidos a través del tiempo de otras corporaciones. Decíamos al principio que el triángulo con el ojo de nuestro retablo representa a Dios. Si esta figura es recta, apoyada sobre un lado, significa el principio, la omnipresencia, Él que lo ve todo; pero si aparece invertido sobre el vértice, entre el sol y la luna, es la Providencia, “la suprema sabiduría de Dios que rige el mundo y a los hombres y cuida de ellos”, es el Jesús omnipotente que todo lo puede mirando hacia abajo, a sus fieles cuando llenan los bancos de la iglesia. Quiero pensar que el retablo se construyó siguiendo los criterios tradicionales, por eso, cuando lo miro desde que conozco su secreto lo encuentro diferente, y claro está, aprecio de distinta forma mi oficio:
 la construcción.





6 comentarios:

  1. En un Retablo de la Iglesia la Inquisición, en otro la Masonería... ¿qué pasa en Ayoó? A lo mejor habría que profundizar en su historia y entenderíamos mejor algunas cosas de la actualidad. Je, je, je...
    Un artículo estupendo y que, como siempre, nos descubre y enseña cosas nuevas.
    Sigue así
    Miguel, uno de tu club de fans

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  2. Supongo, y es solo una teoría, que ambas cosas, la inquisición y la masonería, están unidas a la extinguida Orden del Temple, los Templarios, que es sabido patearon nuestras tierras. Seguimos investigando. Un saludo, Miguel.

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  3. Muy interesante, como siempre Joaquin. Yo cuando veia estos símbolos pensaba que significarían el dia y la noche, el sol y la luna o algo así, y el del centro el ojo de Dios, pero ahora lo miraré con mas atención. Me ha gustado mucho tu artículo. Lo reeleré para no perderme nada. Sigue. Un abrazo, Paulina

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  4. HOOOLA HERMANO .!! YO QUE TU AHORA BUSCABA EL FANTASMA DE PEÑACABRAS. SI NO LO HAS VISTO ES QUE HAS MIRADO POCO. TENEIS DE TODO EN AYOO !! UN ABRAZO.

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  5. El fantasma de Peñacabras no, pero... estate atento...

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  6. JOPE JOAQUINUS, ANONADADOS NOS TIENES, CUANTA SABIDURIA.....
    MUY BUENO TU ARTICULO.

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