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domingo, 5 de julio de 2015

Por tierras palentinas...



Lo reconozco. Lo primero que busco al entrar en Internet es el Facebook; me  gusta estar al día de las inquietudes y opiniones de mis amigos y conocidos, o desconocidos que merecen mi atención. Y en cuanto reviso los mensajes, tengo costumbre de visitar la página de Pendoneros de León para conocer las novedades y ver los carteles de futuras pendonadas. Me parece un sitio indispensable para los seguidores de esta afición-tradición, como me parece digno de reconocimiento el trabajo del socio fundador de la asociación del mismo nombre, mi buen amigo José Antonio Ordóñez en la edición de dicha página.

Parece que una pendonada sin su presencia, las camisetas de su asociación y su inseparable cámara de fotos no es tanta pendonada. Y la razón no es el tamaño, la importancia o la cantidad de participantes, es el documento fotográfico que comparte con tantos se acerquen en la distancia a estos eventos a través de Internet. Jose es toda una institución en el tema; promueve, divulga, asesora… nadie tan desinteresadamente aporta tanto a la afición, y tan bien.

Ejemplo de lo dicho ocurrió el domingo 21 de junio por tierras palentinas, en Poza de la Vega. Fuimos invitados a una celebración a la que no se puede faltar: el nacimiento de un nuevo Pendón. Ha sido el tesón del alcalde Daniel Alonso, y un grupo de amigos los que decidieron dar el gran paso, al visitar una concentración de Pendones en Quintana del Marco y observar la habilidad con las largas varas leonesas. De vuelta midieron la suya: 6,75; nada que ver con los 9 o más de las recién vistas. Este domingo terminaba el proceso contra reloj para vestir ante la comunidad su nueva vara de 9 metros y bendecir su paño, confeccionado en Zamora. Los Pendones de Palacios de la Valduerna, Alija del Infantado, Calzada del Coto, Jiménez de Jamuz, Santa Catalina de Somoza y el de la Virgen del Campo del valle Vidriales llegados en dos autobuses, y los pequeños Pendones de aquella comarca, hasta el número de 23 arropamos el ritual de iniciación y bautizo con nuevos aires del recién nacido.

La ceremonia puede ser civil, religiosa, o ambas mezcladas, y cargadas de una gran simbología. Comienza a modo de rito de iniciación, con la vara desnuda en el suelo, entre un corro de Pendones izados e invitados al evento. Es costumbre que una persona autóctona haga de maestro de ceremonias leyendo la “Bendición y Alzado de Pendón”. Conforme va leyendo varios pendoneros de distintos pueblos, generalmente hábiles manos femeninas, ayudan a vestir el paño, como símbolo de aceptación en la comunidad. Al concluir el vestido y armado de remos es el momento de la bendición religiosa, recomendable desde mi punto de vista, por incluir el entrañable derrame sobre las sedas de agua bendita. Al final de la oración, el paño se hará tocar suelo y a la voz “Alzad Pendón” también alguien autóctono será el privilegiado de dar los primeros pasos con él. Se hará un recorrido, y durante y al finalizar, el recién estrenado se podrá llevar y bailar para una completa integración en la comunidad.

La oración de Bendición y Alzado del Pendón es como sigue:

“Las campanas y el pendón del Pueblo son”,
reza el antiguo dicho de nuestras gentes,
con el cual se da cuenta de cómo esos dos elementos
sirven y representan a nuestras comunidades, a nuestros concejos
y hermandades desde tiempos antiguos y, como queremos que sea,
para los de quienes nos han de seguir.
Sobre la vara cortada y tallada al modo antiguo
colocamos la tela nueva.
En lo alto fijamos el ramo
que recuerda los mayos de las antiguas creencias
y la cruz de la Vida nueva.
Y unimos vara, tela, ramo y cruz
en los colores de nuestra tradición.
Pedimos para este Pendón la bendición y,
con ella, lo alzaremos bien alto,
que sirva con honor como señal y
que a todos los vientos ondee
y muestre siempre el valor de nuestra Fraternidad.
(Bendición)

Por cuanto recibimos de los nuestros,
y cuanto nos obliga con quienes nos han de seguir,
levantad ese pendón y levantadlo bien alto,
señalando el lugar al que todos somos llamados.
“Nombre del pueblo” ¡Alzad Pendón!

En Poza de la Vega se palpaba el calor. Y el atmosférico también. Así que fue de agradecer el generoso refrigerio finalmente amenizado por el grupo de música tradicional que nos acompañó en toda la mañana: Vino Marcelino. Alegría, bailes, charla… conocer nueva gente es signo de obligación en medio del hermanamiento. Volvimos cansados, pero contentos. Unos anfitriones de lujo, y mejores amigos. Pronto nos volveremos a ver, seguro, y siempre al lado del Pendón.


P.D.- Consejos sobre el ritual y Oración de Bendición y Alzado aportados para la celebración y el artículo por Jose, que siempre la lleva en su mochila. De la página Pendoneros de León, los documentos fotográficos del día:




































 Y mención especial para los dos personajes destacados del día, Daniel Alonso y Jose Antonio Ordóñez. Y mis sinceros agradecimientos a cuantos colaboraron en la organización de un día inolvidable.



Y de la cámara de Jose Antonio, una foto de la primera pendonada de Daniel, en Quintana del Marco:


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