Este pasado sábado a
las diez de la noche, una improvisada iluminación externa en el Santuario de la
Virgen del Campo, añadió un poco más de resplandor, si cabe, a la primera
Adoración Nocturna que se realiza en este templo; esperando por mi parte y por
la de cuantos pregunté, y analizando el resultado, no sea la última en nuestro
valle. La llaman Vigilia de Espigas, y se debe realizar aprovechando la
oscuridad de la noche y su especial silencio para ayudar en la meditación y en
la oración, para quien lo desee. La situación de nuestro Santuario, en la
tranquilidad del descampado, el alejamiento del bullicio propio del fin de
semana, la serenidad de una noche inverniza que esperó a su término para rociar
con lluvia nuestros campos, los que mayormente exhiben frondosas las verdes
espigas que un día se transformarán en fértil cosecha, prestaron el mágico
escenario para tan bellas metáforas en un oficio religioso de pensamiento y
reflexión. Participaron 11 grupos: Astorga M y F, Ponferrada M, Villares M,
Castrillo de la Valduerna M, Posadilla de la Vega M, Nistal de la Vega M,
Villares de Órbigo M, Santa Marina del Rey M y F, Benavides de Órbigo M y F, y
La Bañeza M. (M – masculino; F – femenino). Todos forman parte de la Diócesis
de Astorga, y algunos, como el de ésta ciudad, con 125 años de antigüedad. Este
movimiento de Adoración Nocturna nació en 1848 de la mano de Hermann Cohen
(1810 – 1870), nacido en Hamburgo, Alemania. Fue establecido en España en el
año 1877 por Luis de Trelles y Noguerol (1819 – 1891), que nació en Viveiro,
Lugo, y falleció en Zamora, en cuya catedral reposan sus cenizas. El ejemplo
más antiguo de estos actos es la vigilia celebrada por San Pablo con los fieles
de Tróade (Hch 20, 7-12). Cada grupo se reúne como mínimo una vez al mes y todos
juntos una celebración al año, normalmente en junio y en un lugar diferente, en
esta ocasión en Vidriales. Sus insignias señalan el compromiso individual, como
sus banderas el colectivo, que en la pasada Vigilia de Espigas ocuparon un
lugar de honor, alrededor del altar, en el presbiterio del Santuario. Si en
pocas palabras tuviera que describir lo visto, diría solemnidad, comunidad, participación y
respeto. Importantes valores decadentes en la sociedad actual. El comentario
final de los asistentes al acto fue de satisfacción, y pese a su larga duración
(más de 2 horas) a nadie le pareció prolongado, a mí tampoco. Deseo que hayan
tenido un buen viaje de vuelta a sus hogares, y como vidrialés, y seguramente
en nombre de muchos otros, les doy las gracias por habernos elegido.
eltijoaquin@hotmail.com - facebook.com/El Ti Joaquin
jueves, 13 de junio de 2013
Luz de Vidriales
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HOLA HERMANO. ME PARECE UN TRABAJO ESCELENTE , TANTO LA RESTAURACION COMO LA DE ORGANIZAR EVENTOS. A VER SI UN DIA VOY POR AHI Y ENCHUFAS ESAS LUCES Y LO VEO EN DIRECTO. HA DE SER MUY BONITO. UN ABRAZO A TODOS LOS QUE LO HACEIS POSIBLE.
ResponderEliminarY QUE NO DECAIGA ESE ANIMO !!!!!