No he podido encerrar
en un artículo, y estoy seguro que ni resumiendo tampoco en dos, la andadura
vital de San Lucas, su repercusión en la comunidad cristiana, y por extensión
en el valle de Vidriales que lo vio nacer. D.
Augusto Quintana Prieto lo trató de hacer en su libro de más de 160 páginas
“Fray Lucas del Espíritu Santo”, editado en Astorga; a este libro yo añadiré
importantes detalles que me parecen dignos de elogiar y recordar. Comienzo por
la pequeña sacristía de la iglesia, de estilo gótico, en la que destacan la bóveda
de crucería adornada con florones en las claves, (arandelas), y multitud de
imágenes y objetos relacionados con el santo. En una de las paredes llama la
atención un rosario de grandes dimensiones. Es la copia de otro muy valioso, de
nácar, que regaló San Lucas al pueblo de Carracedo desde su estancia en Filipinas.
Durante muchísimo tiempo se mantuvo visible en la iglesia, en los brazos de San
Cayetano. Y cada año, de entre todos los quintos que se preparaban para el
servicio militar, uno, el más necesitado, era especialmente encomendado a la
Virgen María, y para ello, su familia llevaba la reliquia a casa y rezaba nueve días
seguidos otros tantos rosarios. Hoy el precioso rosario está desaparecido, que al
culpable el santo se lo tenga en cuenta. Otro cuadro, con la imagen de D.
Aquilino Cavero Cavero, ya fallecido, recuerda al párroco titular de
Carracedo, Ayoó y San Pedro de la Viña en los años de canonización de San
Lucas, y los posteriores de arreglos y reformas de la iglesia parroquial.
Infatigable, arquetipo del hombre bueno, contaba una experiencia como milagro
al sufrir, en alguno de los desplazamientos a sus parroquias, un aparatoso
accidente de moto. Viéndose malherido y solo en la carretera solicitó a San
Lucas protección, y al instante, un coche se acerca, de él desciende un hombre,
y lo lleva al centro médico más cercano. En el retablo lateral derecho, así
quedó reflejado este hecho a golpe de gubia por D. Evasio
Sánchez Fernández, natural de Barrientos (León), igual que D. Aquilino, que
además de artista comparte la misma profesión de sacerdote. A él le encargó la
construcción del retablo, para mí de un valor extraordinario por la profusión
de detalles en el conjunto de una exquisita sencillez. Del mismo modo es
realmente agradecida la talla de la imagen de San Lucas, a cargo de otro
vidrialés también tristemente fallecido: D. Hipólito Pérez Calvo,
nacido en Bercianos de Vidriales, autor de varias obras públicas y especialista
con renombre en las religiosas. Arte y saber hacer de la mano en el
privilegiado pedestal del presbiterio de la iglesia de Carracedo. Y me parece importante
recordar a otro vidrialés más, también excepcional, clave en la recopilación
de documentación para el conocimiento de la biografía de San Lucas: D.
Abelardo Lobato Casado, el padre Abelardo, natural de San Pedro de la Viña,
dominico como el santo, y también fallecido. Como no puede ser de otra forma,
en el anonimato quedan otras muchas personas, colaboradoras desinteresadas,
enormemente generosas que han llevado a cabo, para sí y para sus semejantes, el
orgullo de un hermoso proyecto cumplido, un lugar donde hallar satisfacción o buscar
consuelo; un lugar, en definitiva, donde mostrar una parte de la historia de nuestros
pueblos moldeada en letras de oro a golpe de firmeza y corazón. A todos, que
San Lucas se lo pague.
P.D.- Para adquirir
el devocionario de San Lucas o el libro “Fray Lucas del Espíritu Santo” contactar
con nuestro párroco, D. Miguel Hernández.
El Valle de Vidriales ha encontrado a uno de los mayores difusores de sus muchos valores en el autor de este blog: el Ti Joaquín. Desde su creación, poco a poco, tema a tema y siempre de una forma brillante, ha puesto de manifiesto lo mejor del hacer de sus habitantes, de su vivir y convivir,las dificultades en su trabajo, aspectos culturales, sociales y religiosos de los actuales vidrialeses y de sus ancestros. La fauna, la flora, edificios religiosos y civiles, peripecias y vivencias de sus gentes dignas de ser conocidas y comentadas. Todo ello, al plasmarlo, ha dejado a la vista una gran persona adornada de los más preciados valores. Creo que se merece el título de "VIDRIALES DE HONOR" Sigue agradándonos con tus noticias.
ResponderEliminarMi querido Señor del Valle, no puedo aceptar título alguno mientras gente como usted se halle sin él, ya sabe que solo soy su humilde vasallo. Rindo pleitesía y le ruego dedique algún tiempo visitando y comentando este tímido blog. Gracias, amigo.
ResponderEliminarJoaquin los que te conocemos, nos enorgullecemos de ti de como eres y de todo aquello que haces en todo pones el corazón, yo estoy de acuerdo con EL VALLE en todo su comentario lo suscribo, personas como tu, con sencillez nos llegas a lo mas profundo,sigue ilustrándonos con tus cosas. MANOLO
ResponderEliminarVosotros que me veis con buenos ojos...
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